Orgullo_

Estuvimos en Mallorca, en el inicio de la temporada ciclista europea; Enrique Sanz disputó el primer sprint del año, en Felanitx, y se quedó a la orilla del podio. Nos ilusionamos con la actuación de Daniel Méndez e Ibon Ruiz en la Estrella de Bessèges, nos decepcionamos por cómo se nos fue la carrera y no supimos reaccionar en la Vuelta a Murcia, nos enorgullecimos de cómo demostramos lo aprendido tomando la iniciativa en la Ruta del Sol. Nuestro 2020, primera temporada como profesionales en calidad de equipo UCI Continental, estaba siendo intenso e interesante y sobrevino la pandemia. El coronavirus se convirtió en el protagonista de nuestras vidas, condenándonos a un mes y medio de ostracismo sin salir de casa, tres meses de ostracismo sin vernos, cinco meses de ostracismo sin competir.

Nuestro 2020 estaba siendo intenso e interesante, y lo siguió siendo aun a puerta cerrada. Durante el confinamiento, celebramos un Gran Premio Miguel Indurain virtual que fue un éxito y animó a muchas personas a montarse en el rodillo. Cuando pasó lo peor, pasamos una semana en Orkoien e Isaba que tuvo el sabor único de las primeras veces. Desde que volvimos a ponernos un dorsal en la Vuelta a Burgos, disputamos cada carrera como si fuera la última. Roger Adrià protagonizó nuestra primera exhibición en la jornada del Picón Blanco de Vuelta a Burgos, quedándose a dos kilómetros de ganar. Otro tanto podríamos decir de Martí Márquez en la primera etapa del Tour du Limousin. En los Campeonatos de España, la constatación de cuánto habíamos crecido durante la pandemia: Jaime Castrillo consiguió una dulce medalla de chocolate en la contrarreloj y fuimos capaces de controlar como bloque la prueba de ruta. Entonces nos marchamos a los Balcanes.

En la primera semana de septiembre disputamos el Tour de Serbie y la Belgrade Banjaluka, dos carreras por etapas a las que acudimos con la ambición de estrenar nuestro casillero. Nos costó. Siete veces fuimos segundo o tercero, incluyendo las generales finales de ambas carreras. El remate lo firmó Enrique Sanz en el sprint de Prnajvor, inscribiendo así con letras de oro en nuestra historia el nombre de un municipio de 40.000 habitantes en el corazón de Bosnia. El debut que no imaginábamos culminaría en el Giro della Regione Friuli Venezia e Giulia, una de las mejores carreras del mundo para jóvenes promesas, en la que Roger Adrià y Urko Berrade fueron 3º y 5º de la general final. El fruto del trabajo, la ilusión y la honesta ambición con la que damos cada pedalada fue el ascenso a la categoría UCI ProTeam anunciado el 2 de noviembre de 2020.