La cumbre de la forma física (y 2)
La importancia de la nutrición en las concentraciones en altura
La altura es un ingrediente necesario para pulir la forma física de los ciclistas. Sin embargo, los entrenamientos en condiciones de hipoxia deben ir de la mano con una correcta alimentación, vigilando los factores que pueden perjudicar a los objetivos finales de estos entrenamientos. Para que esto no ocurra, hay que cuidar la nutrición.
Las condiciones anormales en las que se realiza la estancia de un deportista en altura requieren de un cuidado específico. Las pulsaciones del corredor tienden a subir como consecuencia de la menor asimilación de oxígeno en el organismo y los niveles de saturación de oxigeno en sangre descienden. Como consecuencia, el rendimiento se ve afectado. Cuidar al cuerpo y nutrirlo correctamente supone alcanzar el éxito en las concentraciones en altura.
Por ello, Amaia Martioda, nutricionista del Equipo Kern Pharma, complementó las indicaciones dadas por Iosune Murillo en la concentración de este mes de julio y proporcionó las claves para cuidar al organismo del corredor desde el plano nutricional.
La hidratación es un pilar fundamental. Entrenar en altura genera mayor desgaste y, con ello, un mayor riesgo de deshidratación. Para evitar este contratiempo, se debe tener en cuenta el peso (los primeros días en altura es normal pesar un poco más de lo habitual) y el color de la orina, indicativo del nivel de hidratación del corredor (cuanto más claró, mejor será el resultado de dicha hidratación). Además de agua, las bebidas isotónicas durante las sesiones de bicicleta pueden ser un aliado de excepción para reponer el líquido perdido. La fruta, las gelatinas sin azúcar o los helados con poca carga calórica pueden ayudar a no descuidar la hidratación.
Hay que comer más hidratos y proteínas. La exigencia física que requieren estos entrenamientos deriva en la necesidad de ingerir hidratos de carbono antes, durante y después de los mismos. La carencia en la calidad del sueño -muy común en altura- se puede deber a falta de hidratos de carbono. La proteína también es necesaria y, además, es preferible seleccionarla de calidad. La procedencia animal de los huevos, la carne o el pescado son ideales para mantener al cuerpo del deportista en su estado óptimo.
El reto del peso, en función de cada ciclista. Por un lado, los corredores que se encuentran en su peso óptimo antes de concentrarse en altura deben tener cuidado con no perder peso. Llegado un punto de desgaste, el cuerpo consume masa muscular, lo que repercute negativamente en el rendimiento del corredor. Por otro, los corredores que todavía necesitan pulir este aspecto de su condición física tienen en estas concentraciones la ocasión perfecta para perder esos gramos que les hagan realmente competitivos.
Los descansos y la nutrición van unidos. Tras varios días de carga física, es necesario descansar… sin descuidar la ingesta de hidratos de carbono, especialmente si sentimos la necesidad del cuerpo de recuperarse del esfuerzo. En días de poca carga o de descanso en los que el cuerpo se note fortalecido, es recomendable llevar a cabo una estrategia nutritiva baja en calorías.
En niveles de alto rendimiento, la suplementación es necesaria. La alimentación es la principal fuente de energía de cualquier ciclista. Sin embargo, la suplementación, en altos niveles de esfuerzo, complementa los nutrientes ingeridos por los ciclistas en las comidas. El sistema inmunitario también puede verse condicionado por el contexto geográfico y, por ello, es necesario un aporte vitamínico extra. La vitamina D, por un lado, ayuda a no caer en procesos infecciosos. Por otro, es recomendable ingerir la vitamina E diez días antes de comenzar la concentración por sus propiedades antioxidantes, muy necesarias en épocas de mucha exigencia física.
Te puede interesar…
Te ofrecemos más contenidos de Ciclismo Real