“Hay que ser una esponja”
Carlos García Pierna reflexiona sobre su debut en profesionales
¿Qué se encuentra un ciclista cuando llega al Equipo Kern Pharma?
Aunque la esencia del ciclismo es siempre la misma, cada equipo trabaja de manera diferente, con su propio estilo y su propia forma de entender este deporte. Lo más importante es que sus miembros crean en la línea que lleva el equipo. Concretando, en el Equipo Kern Pharma me he encontrado un buen rollo brutal entre todas las personas que lo componen (ciclistas, técnicos…) que hace mucho más fácil el trabajo. Estás entre amigos, haciendo lo que te gusta, y todo fluye.
¿Qué hábitos de trabajo has tenido que adquirir?
Sobre todo he aprendido a conocerme a mí mismo y a saber reconocer lo que necesita el equipo en cada carrera. En mi primer año he ganado soltura moviéndome en el pelotón y trabajando para mis compañeros, que son aspectos fundamentales para ganarse un sitio dentro del equipo. Fuera de competición, he aprendido a seguir una estructura profesional de trabajo. He adquirido muchos conocimientos tanto de los demás ciclistas como de los técnicos. Hay que ser una esponja y aprender todos los pequeños detalles para mejorar.
¿Cómo compite el Equipo Kern Pharma?
Lo definiría como ambicioso y ofensivo. Cuando este equipo cree que hay una mínima posibilidad de girar la carrera a su favor, tomamos la iniciativa. Tanto los directores como los corredores apostamos siempre en la misma dirección. Siempre con respeto a los rivales, no tenemos miedo a nadie y confiamos en nosotros.
¿Te sientes identificado con la manera de competir del Equipo Kern Pharma?
Sí, porque a título personal me considero un corredor combativo y ofensivo y ésa es la línea del equipo: ser protagonistas, dejarnos ver, demostrar nuestra ambición y trabajar para conseguir nuestros objetivos cada día. Este año he pasado muchos kilómetros en cabeza del pelotón. Es un trabajo duro, que conlleva mucho desgaste, y muchas veces te puede incomodar pensar que estás sacrificándote cuando tus rivales van guardando fuerzas a rueda… Pero hay que mirarlo de forma positiva: esos kilómetros de desgaste son también de calidad y sirven para aprender y curtirse como corredor. Me han aportado mucho ya esta temporada y estoy seguro de que me darán más todavía en el futuro.
¿Qué has aprendido esta temporada? ¿En qué has mejorado?
Una temporada en profesionales da para mucho. He adquirido buenos hábitos que me permitirán mejorar como ciclista. He conseguido acudir a carreras que no son propicias para mi perfil deportivo y dar lo mejor de mí mismo ayudando al equipo. Me conozco mejor y creo haber aprendido trucos para superar los malos momentos, que son de los que más se aprende. Por ejemplo: cuando sufro una caída y estoy bastante fastidiado, ya sé darle la vuelta al cuerpo.
Como aquel día, en el Trofeo Port d’Andratx – Mirador d’Es Colomer de la Challenge de Mallorca…
¡Por ejemplo! Pegué con la cara en el suelo pero, con la adrenalina, ni lo sentí. Llevaba un golpe durísimo y lo único en lo que podía pensar era en volver al pelotón para dejarlo todo en la carretera trabajando para mis compañeros. Y, aunque tenía ganas de abandonar, acabé cruzando la línea de meta. Es una situación que me hizo aprender mucho sobre mí mismo. Pienso que para eliminarme hay que matarme, porque mientras pueda dar una pedalada soy capaz de estar dando guerra.
¿Qué carreras te han dejado una mayor impronta?
Todas las carreras me han dejado impronta, porque en todas he hallado una experiencia que no tenía. He aprendido mucho de las carreras francesas: la mayoría no se adaptaban a mis características y me han enseñado a moverme en el pelotón, a pelear la posición, a conocer el miedo y la tensión que se viven en este tipo de carreras… Aprendí mucho también de la Vuelta a Burgos: rodé junto a muchos de mis ídolos y eso me motivó para exprimirme. Pero lo más importante es que este año he aprendido a disfrutar de esas carreras que me cuestan, algo importante porque no ha sido la primera ni la última vez que me tocará afrontar una carrera dura que no es propicia para mis cualidades, y también de cualquier día de entrenamiento, de cualquier comida, de cualquier serie…
¿Sabes mejor el tipo de ciclista profesional que quieres ser en el futuro?
Sí. Creo que las carreras duras, con montaña, desnivel y puertos, es donde mejor me puedo desenvolver. Este año me ha llamado la atención que en las vueltas por etapas me he ido sintiendo mejor conforme pasaban los días de competición. Las grandes vueltas son mis carreras favoritas y detalles como verme en la fuga de la séptima etapa del Tour de Bretagne me alegran pensando en el futuro.
¿Cómo afrontas la temporada 2022?
Con muchísimas ganas. Veo que he progresado, que encuentro mejores sensaciones, que voy creciendo y mejorando… y tengo ganas de seguir creciendo y mejorando más, de ser más ambicioso en las carreras, más protagonista. Siempre supeditado a las necesidades del equipo, por supuesto, pero a título personal aspiro a más y a dar nuevos pasos para mejorar y aumentar mi nivel deportivo.
¿Cómo te gustaría que fuera el 2022 del Equipo Kern Pharma?
Que sea un año en el que trabajemos igual de bien que este año. Demostrarnos como un equipo ambicioso y compenetrado. Trabajar duro y ganarnos nuestro sitio en el pelotón. Siento que estamos creciendo mucho y muy rápido; ¿por qué no pensar en disputar victorias, en ser visibles y protagonistas en carreras importantes? Podemos aspirar a muchas cosas este año. Me gusta pensar en grande.
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