Un futuro de ciclista
Ibon Ruiz destapa sus inquietudes a semanas de comenzar una nueva temporada
Ibon Ruiz cumplirá en 2021 su segunda temporada en profesionales y la segunda, también, en el Equipo Kern Pharma. Su carácter juvenil y cercano desprende frescura y también, una despreocupación que se esfuma cuando se habla con él de ciclismo, de su corta carrera como profesional y de sus ilusiones a apenas semanas de comenzar la competición. El ciclista vitoriano, que pasó a profesionales tras dos sólidas campañas en el Equipo Lizarte, confía en seguir progresando esta temporada en busca de una ilusión bien fijada en la mente y el calendario: la Vuelta al País Vasco.
¿Cómo te encuentras?
Bien la verdad. Tengo muchas ganas de empezar la temporada. Este próximo día 9 de este mes me bajo para Alicante, donde nos iremos juntando todos los compañeros. Va a ser la segunda vez esta pretemporada que vaya a entrenar al sur.
¿Por qué os gusta bajar a los ciclistas a entrenar al sur?
Porque ahí no hay que estar pendiente de la temperatura y del cielo. Aquí, en Álava, hoy estamos pendientes de si se puede o no salir a entrenar. Hay una nevada importante.
¿Cómo va la pretemporada?
Siento que va bien y los números van marcando eso mismo que yo siento. He cambiado cosas y quizá sí que me note más maduro en los entrenamientos. Iosune Murillo y Amaia Martioda me están dando confianza y eso también reconforta.
¿Podemos decir ya donde debutas este 2021?
Todavía no. Me gustaría que fuese en Mallorca, pero no hay nada seguro aún. Por nivel y por clima, me apetece más correr en España. El año pasado corrí prácticamente todo en Francia y este año me gustaría dar un paso para estar más en las carreras de aquí. Además, mediáticamente las competiciones españolas tienen, como es lógico, más repercusión que las francesas. Eso también me gusta.
¿Ilusiona el calendario de este Equipo Kern Pharma ProTeam?
La verdad que está muy interesante. Ver en el horizonte carreras como la Itzulia o La Volta a Cataluña son motivo suficiente para salir a entrenar cada día. Se ponen los dientes largos. Tenemos ganas de ir a competir y a ver dónde nos encontramos entre los equipos más potentes del mundo.
¿Cuál es tu ilusión para este nuevo año?
Correr la Vuelta al País Vasco. Ahora mismo, a corto plazo, es mi meta. Más adelante, por supuesto que quiero disputar carreras, pero mi máxima motivación para este invierno y primavera es poder estar en la carrera de casa. Para estar en la salida, lo que hay que hacer es cuidarse mucho y entrenar muy bien.
¿Cómo fue la primera concentración con el equipo?
Bien, la verdad que estuvimos todos muy a gusto. Todavía no tenia la chispita que me faltaba. Ahora ya la he cogido y la verdad que lo noto. Pasamos un poco de miseria por el tiempo, aunque los días que salimos a hacer vueltas largas fueron entrenamientos muy aprovechados. Se nota que somos más corredores, que el equipo está creciendo. También noté que toda la generación que pasamos a profesionales el año pasado estamos dando pasitos y mejorando en la categoría. Si no progresamos estos años, estaríamos yendo hacia atrás. Lo que está claro es que cada uno a su ritmo, está dando pasos en positivo.
¿Qué ha sido lo más destacado de tu primera temporada en profesionales?
Lo mejor, sin duda, ha sido el propio debut en la categoría, como le ha sucedido a la mayoría de mis compañeros este año. Lo malo, además del parón, fue una caída que tuve justo antes de retomar la competición en verano. Perdí un puntito muy bueno que creo que tenía y me frenó un poco la progresión. Fui después de la caída a Limousin y ahí cogí una fuga por orgullo. Fueron unas semanas en las que no me sentí del todo cómodo.
Sin embargo, el final en Ordizia sí fue satisfactorio.
Sí, venía de correr un par de clásicas francesas y lo noté en Ordizia. Ahí me desquité y terminé la temporada con un buen sabor de boca.