El hijo (no tan) pródigo
Conociendo la historia de nuestro último fichaje, Héctor Carretero
“La primera vez que me llamó, le di las gracias por interesarse por el equipo y le dije que no había nada que hacer, que la plantilla estaba cerrada”, evoca la voz de Manolo Azcona al otro lado del teléfono. “Luego me llamó diez veces más y le acabé fichando para que no me diera más la chapa”.
Desde aquella primera llamada en el invierno previo a la temporada 2014, la relación de Héctor Carretero (1995, Madrigueras – Albacete) con la familia del Equipo Lizarte, la raíz a partir de la cual crece el Equipo Kern Pharma, ha sido intensa y especial. La última llamada, la que nos ocupa, fue a principios de este mes de octubre. A un lado del hilo, Carretero; al otro, Juanjo Oroz, su antiguo director… y también el próximo. “Llamé a Juanjo para transmitirle mi situación contractual”, explica el manchego. “Desde el primer momento el interés por estar juntos de nuevo fue total, por ambas partes. Juanjo y yo mantenemos una gran amistad que hizo que nos entendiéramos muy pronto”.
Así se facilitó el regreso del hijo pródigo al seno de Manolo Azcona y Juanjo Oroz. Aunque, a diferencia de la parábola bíblica, Héctor Carretero siempre estuvo ahí para su familia, y su familia para él. Tal vez compitiendo con un maillot y unos intereses diferentes, pero en todo momento orgullosos de compartir un pasado que ahora es también futuro.
P: ¿Qué recuerdos tienes del Equipo Lizarte?
HC: Éramos un grupo de amigos. Disfrutábamos de cada carrera a la que íbamos, con ambición y ganas. Los éxitos del Equipo Lizarte no son casualidad: están causados por el gran ambiente y las ganas de trabajar que hay dentro del equipo. En los tres años que estuve, me hice ciclista con ayuda de Manolo [Azcona]. Cuando llegué a la primera concentración, Manolo me preguntó: “¿Quieres ganar carreras?” Le dije que sí, que por supuesto. “Pues primero demuestra que sabes ayudar a ganar. Tienes que ser peón antes que albañil. Para entrenar, plato grande; para comer, plato pequeño”. Manolo me enseñó a trabajar para mis compañeros y, una vez lo había aprendido, me enseñó a ganar. Mi mentalidad está marcada por todo lo que me enseñaron Manolo y Juanjo [Oroz] cuando estaba en sub23.
P: ¿Cómo ha sido tu paso por el World Tour?
HC: Han sido cinco temporadas muy bonitas; un sueño hecho realidad. He aprendido, he visto cosas diferentes, he recogido recuerdos que siempre llevaré en la mente y el corazón. He ganado en experiencia, conocimientos y tranquilidad. Ahora es el momento de afrontar nuevos objetivos, de nuevas motivaciones, de hacer cambios en mi carrera deportiva… Estoy muy contento de volver a esta casa y encantado de poder compartir mi experiencia con mis nuevos compañeros.
P: Desde fuera, ¿cómo veías al Equipo Kern Pharma?
HC: Me transmitía ambición. Su gran actitud en carrera ha pesado mucho a la hora de tomar la decisión de regresar. Los corredores quieren dar lo mejor de sí mismos cada día, aprovecharlos para progresar… y no tienen miedo. Dan la cara en cada carrera, sean cuales sean sus posibilidades. El Equipo Kern Pharma puede ganar o no, pero que no sea por no intentarlo.
P: ¿Qué te gustaría aportar al Equipo Kern Pharma?
HC: Me gustaría aportar a mis compañeros toda la experiencia que he podido recoger en el World Tour y cumplir todos los objetivos que nos propongamos. Hasta hoy he sido un currante: mi principal rol en Movistar Team era gregario. Ése es uno de los motivos por los que sentía que era hora de cambiar de aires. No obstante, no vengo sólo para ganar carreras, sino para hacer mejores a mis compañeros y a mi equipo: trabajaré para los demás cuando sea necesario. Creo que, con la confianza mutua que existe entre el equipo y yo, será cuestión de tiempo y trabajo que alcancemos nuestros objetivos. En resumen: si hay que ganar carreras, lucharemos por ganarlas… y si, todo va bien, seguro que alguna cae. [ríe]
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