El pico de forma inconsciente
Repasamos algunos aspectos clave de la puesta a punto del deportista
Este martes por la tarde ha vuelto ‘21 minutos de #CiclismoReal’. De la mano de Pablo Urtasun, director deportivo del Equipo Kern Pharma, se trató el tema de la preparación física de los corredores. En Instagram Stories, el técnico de Urdiain dio algunas claves para conseguir la mejor puesta a punto física y mental para los deportistas en función de sus condiciones.
Pablo Urtasun fue cocinero antes que fraile. El navarro ejerció de ciclista profesional durante 12 temporadas, entre 2005 y 2016, para posteriormente pasar al volante como director de Team Ukyo (2018) y Equipo Kern Pharma (2020). Esta experiencia le valió para comparar la situación de confinamiento actual con la de una lesión. “Hay factores que son incontrolables. En uno de mis mejores años como corredor comencé a preparar el Giro d’Italia desde octubre; hice concentraciones en altura y muy buenas carreras antes del gran objetivo. Llegué con toda la ilusión del mundo a aquel Giro. Sin embargo, una caída en la primera etapa me mandó para casa. Aunque fue un golpe duro, pero me quedé con la tranquilidad de haber hecho todo lo que estuvo en mi mano”.
A continuación anotamos las vivencias que Pablo Urtasun compartió durante esta sesión de ‘21 Minutos de #CiclismoReal’.
(1) No perder la ilusión ni la motivación. Tenemos que saber escucharnos para entender qué nos piden el cuerpo y la mente. Mantener unas rutinas constructivas es clave para lograr un buen estado de forma… pero no son algo inamovible. Hay que conocerse lo suficiente como para saber parar cuando el cuerpo o la mente nos piden un pequeño alto en el camino. No pasa nada por hacer una hora menos de entrenamiento si se ha cumplido todas las demás rutinas con éxito. Además, es necesario darse ese respiro improvisado sin crearse un cargo de conciencia. Nadie manda más en su cuerpo que el propio deportista.
(2) Ponerse en forma es un proceso largo. Para un ciclista joven, puede bastar con dos meses y medio para ser competitivo; con la edad, va costando más. Hay que ser paciente. Por medio del entrenamiento, el descanso y la nutrición, alcanzamos nuestro peso óptimo mientras el resto de indicadores (vatios, pulso…) van mejorando. La progresión puede continuar incluso cuando estos números tocan el techo del deportista, por cuanto hay otras facetas entrenables. La tolerancia al lactato, por ejemplo: entrenarla puede dar ese minuto extra de ‘punch’ que permita al ciclista jugarse la victoria en meta.
(3) El pico de forma existe, pero no siempre es la mejor opción. Aunque este término está en desuso, lo cierto es que los mejores corredores siguen haciendo picos de forma para encarar los objetivos más importantes de la temporada. Sin embargo, hay corredores que, por sus características, prefieren prolongar más tiempo un buen estado de forma a costa de sacrificar ese pico. Un velocista (como era en su día el propio Urtasun), por ejemplo, puede disputar victorias sin estar al 100% de su condición física.
(4) El ciclismo es un deporte bastante desagradecido. El pico de forma se alcanza de manera casi inconsciente: los números mejoran, las sensaciones también, y la mente acompaña. No obstante, cuando la curva del estado de forma comienza a descender, la mente invita a descuidarse porque durante el crecimiento ha hecho bastantes sacrificios. La pérdida de la condición física puede ser bastante rápida. Recuerdo que, tras una Vuelta a España, me fui 15 días de vacaciones y al regresar no podía completar entrenamientos de tres horas sin agarrar una pájara.
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